Estos dias no puedo parar de pintar con lapices de colores, y encima me ha dado por dibujar rostros inmersos en paisajes... o paisajes dentro de rostros? No lo sé muy bien. Recordando las clases de color del gran Fernando Monroy, le eché valor al asunto y poco a poco con paciencia intenté mezclar los colores y me dejé llevar. Pués bien, he de decir que me encanta. Vendran más como estos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario